Hemos oído muchas veces que los padres debemos evitar discutir delante de los niños y esto es algo que no comparto del todo. ¿Cómo se supone que vamos a enseñarles a los niños a debatir sanamente y desde el respeto si nunca nos ven confrontando opiniones? ¿Sería este el reflejo de una relación real?
Cuando era pequeña jamás de los jamases vi a mis padres discutir y no precisamente porque les faltaran ocasiones de conflicto. Por lo visto tenían un código que significaba algo así como: ‘Esto lo discutiremos por la noche cuando los niños estén dormidos’. Y con el referente de mis padres crecí pensando que las parejas que de verdad se querían no discutían jamás de los jamases. Me llevó un tiempo enfrentarme a la realidad y aprender a discutir sanamente sin pensar que la relación no estaba funcionando. Y sí, toca aprender a discutir sobre todo desde el respeto, y entonces hacerlo delante de los niños no será un problema.
Discutir delante de nuestros hijos es una magnífica oportunidad para mostrarles muchas cosas. Se me ocurren varias: Los papás, como todo el mundo, a veces tienen opiniones diferentes. A veces se puede llegar a acuerdos y a veces simplemente hay que respetar que existen criterios distintos, sin convencer al otro. En un debate apasionado lo importante es no perder el respeto. Es posible enfadarnos y eso no significa que nos dejemos de querer (dejar muy claro al niño que el amor por él es incondicional) Todo esto habría que tenerlo presente cuando discutimos los adultos: entre los papás, en el semáforo, en el trabajo, en el partido de futbol. Porque si queremos que nuestros chicos vivan un mundo mejor tenemos que empezar por nosotros mismos y nuestra actitud ante los demás cada día.
Alice ahora está en una fase muy bonita, de negociadora nata y mediadora para la paz. La otra noche su papá y yo debatíamos sobre la cena (estoy intentado cuidar mi alimentación y mi super chef me ofrecía elegir entre brócoli o setas ante mi total desánimo) La verdad que no tenía la sensación de estar discutiendo en absoluto pero Alice percibió el debate y vino a mostrarnos sus herramientas. Atención al despliegue: ‘venga chicos no os enfadeis’ ‘traaanquilos, hay que respirar’ ‘Pediros perdón’ ‘¿Nos damos un abrazo de familia?’ ‘ Sonríe mamá, sonríe papá’. Entonces comprendí que ella estaba poniendo en práctica lo que había escuchado de mí cuando nos enfadamos o cuando riñe con sus amigos. Fui consciente de que estoy enseñándole habilidades de vida todo el tiempo, sin proponérmelo expresamente. Incluso da igual lo que diga porque me está observando, tomando sus decisiones, registrando en su mente modelos de comportamiento.
Somos sus referentes y de nosotros aprenden qué es una relación sana, de respeto mutuo. Aprenden cómo se deben tratar los papás entre sí y esto condiciona lo que van a esperar de sus relaciones en el futuro. Si nos hablamos a gritos ellos lo normalizaran y creerán que es aceptable. De igual modo puedes mostrarle tu enfado, tu malestar, tus errores (porque eres un ser humano) y aprovechar para enseñarle cómo gestionarlo de forma positiva: siendo asertivos, empáticos, sin renunciar a tus puntos de vista y al mismo tiempo estando abiertos al diálogo, reconociendo nuestros fallos, siendo compasivos y tomando responsabilidad sobre nuestros actos.
Siempre digo que mi hija ha sido mi mayor motivación para ser mejor persona. Ella ha hecho que ponga el foco en mí para repensar cómo me comporto, cómo me dirijo a los demás, qué valores y habilidades de vida le estoy transmitiendo…sí, incluso cuando discuto! Si tú también te lo has planteado, dejáme saber tu opinión ¿Qué crees que aprenden tus hijos cuando discutes? Un abrazo!
4 comments
Me encanta todo lo que escribes porque me hace reflexionar una y mil veces, examinando mi vida y aprendiendo de tus sabios consejos. Un abrazo ANETTE y saludos a tu mami por favor.
No soy para nada una experta pero creo como tú en nuestra capacidad para reflexionar, reconducirnos y avanzar. Serán dados esos saludos, le hará ilusión sin duda, como a mí que me leas. Un abrazo!
Hola! pues totalmente de acuerdo aunque aveces cueste calmarte y pensar que tus hijos te observan y copian lo que ven, una vez leí un mensaje muy potente que la madre Teresa de Calcuta lanzo hacia los padres: “no te preocupes por lo que aprenden tus hijos te están observando todo el tiempo”, otro que también me hizo reflexionar es: ” tal vez la tarea más difícil de ser padres no es la de controlar el comportamiento de nuestros hijos, sino el controlar nuestro propio comportamiento” así que si tienes razón somos su ejemplo todo el tiempo!
Un abrazo!
Hola Silvana! Me venía a la mente todo el tiempo esa frase de la madre Teresa, que gran verdad! La otra no la conocía y también es muy poderosa, coincido plenamente y mil gracias por compartirmela. Un abrazo!